Ramón López:
Ramón López Ramírez, nacido en Málaga el dieciocho de agosto
de 1935 en la céntrica calle Abadía de Santa Ana, bocacalle de la Calle Cister,
cerca del Teatro Romano, la Plaza de la Merced y la Alcazaba, la Judería y el
actual Museo Picasso de Málaga.
Hijo del matrimonio formado por Alfonso López Rosa, natural
del municipio de Nerja, cocinero embarcado y marengo y de Rosario Ramírez
Talaverón, del pueblo sevillano de Marchena. Nacido en un entorno humilde donde
conoció la escasez, empezó a cantar muy joven, ya que en su familia existía una
gran afición al cante ( su hermana mayor Inés, siendo aficionada, cantaba muy
bien así como su hermano Paco) interpretando el repertorio de Pepe Marchena, el
Niño de la Huerta, así como otros artistas y sobre todo Manolo el Malagueño,
cantaor por el que sentía gran predilección y del que gozó de su amistad y con
el que cantó en muchas reuniones junto a amigos como Francisco Padilla Robles,
gran aficionado y conocedor del cante flamenco así como conocido poeta, con el
que compartió muchas noches de cante.
Siempre gustó de vestir impecablemente, a la manera que lo
hacían sus admirados artistas, traje, bigote a lo Errol Flynn y gran decoro en
su higiene personal y estilismo.
Siendo niño actuó durante un tiempo en la conocida compañía
Juvenil Capullitos Malagueños, a la que pertenecieron artistas tan conocidos
como Chiquito de la Calzada, Pepito Vargas
o Vitorita de Málaga, entre otros.
Siendo ya un adolescente, le ofrecen la posibilidad de actuar en Madrid
así como la opción de grabar un disco, pero ante la oposición de sus padres a
que se convirtiese en artista, abandona su sueño de dedicarse plenamente al
mundo del espectáculo y comienza a trabajar como mecánico del automóvil y tras
el cierre del taller en el que trabaja, comienza a trabajar en la fábrica Braun,
contrayendo matrimonio posteriormente y llegando más tarde sus dos hijos, por
lo que su arte lo reservó para las
fiestas familiares y las reuniones con amigos, lo que privó al mundo del cante
de la posibilidad de haber disfrutado de un magnífico cantaor. Gran amigo de
sus amigos, fue un padre y marido modélico, un abuelo atento y persona afable,
no perdiendo jamás la elegancia en el vestir y en las formas que lo caracterizaron
siempre.
Falleció el cinco de agosto de 2002, víctima de una larga y
dura enfermedad, dejando como recuerdo para familiares y amigos una grabación
con varios cantes en los que evoca la figura de Manolo el Malagueño, de quien
siempre fue gran admirador.
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